Una conversación entre reguladores de agua y saneamiento de África Oriental y Meridional y América Latina
La regulación desempeña un papel crucial para garantizar que los servicios de agua y saneamiento se brinden a todos de manera equitativa, eficiente, inclusiva y sostenible. Los reguladores son responsables de exigir cuentas a los proveedores de servicios y de coordinar las interacciones entre los responsables políticos, los proveedores de servicios y los usuarios.
Sin embargo, los reguladores también enfrentan una amplia gama de riesgos relacionados con la integridad y la corrupción, tanto internos en sus organizaciones como en las entidades que regulan. Una respuesta eficaz requiere regular para la integridad y regular con integridad.
Regular para la integridad significa establecer normas que garanticen honestidad, transparencia, rendición de cuentas, participación y comportamiento ético en las entidades reguladas.
Regular con integridad se centra en el funcionamiento interno de los organismos reguladores, asegurando que ellos mismos encarnen los mismos estándares de transparencia y rendición de cuentas que promueven.
Este es un resumen de una Charla de Integridad, organizada en colaboración con la Asociación de Reguladores de Agua y Saneamiento de África Oriental y Meridional (ESAWAS, por sus siglas en inglés), el 23 de octubre de 2024, en la que se abordaron estos aspectos emergentes de la regulación con un enfoque en África Oriental y Meridional y América Latina.
Invitados especiales:
Robert Gakubia, miembro de la Junta Supervisora de WIN y exdirector ejecutivo de WASREB (Kenya),
Yvonne Magawa,
Secretaria Ejecutiva de ESAWAS,
Chola Mbilima, Inspectora Financiera y Comercial de NWASCO (Zambia),
Diego Polanía, exdirector ejecutivo de CRA (Colombia), y
José Miguel Kobashikawa Maekawa, Director de la Autoridad de Auditoría de SUNASS (Peru).
Moderadora: Kelly Acuña, Red de Integridad del Agua (WIN).
---
Conclusiones clave
Los reguladores marcan la pauta para la integridad: El compromiso de los organismos reguladores con la rendición de cuentas, la transparencia y las prácticas éticas tiene un impacto directo en la integridad de todo el sector. Cuando los reguladores lideran con el ejemplo, los proveedores de servicios tienden a alinearse con los estándares de integridad, fomentando la confianza en todo el sector.
Los marcos claros de rendición de cuentas generan confianza pública: Los marcos regulatorios efectivos requieren responsabilidades claras y mecanismos bien definidos de rendición de cuentas, que incluyan objetivos de desempeño monitoreados y medidas aplicadas para abordar desviaciones o garantizar el cumplimiento.
La participación de los usuarios asegura una prestación de servicios equitativa: Involucrar a los usuarios en los procesos de toma de decisiones contribuye a entregar un servicio más justo y efectivo, respondiendo a necesidades reales.
---
Una cultura de integridad en el sector para la confianza y la sostenibilidad
Robert Gakubia: Contar con un marco de rendición de cuentas es esencial para alinear los intereses de los proveedores de servicios con el bien público. Por ejemplo, mediante objetivos claros de desempeño y un monitoreo riguroso, los reguladores pueden garantizar que los recursos destinados al agua y al saneamiento se utilicen de manera efectiva y equitativa, evitando ineficiencias o mal uso.
Más allá de estas medidas, la integridad requiere un compromiso proactivo con los proveedores de servicios y las comunidades a las que sirven. Al involucrar activamente a las comunidades en el proceso regulatorio, los reguladores aseguran que las necesidades de los usuarios sean directamente representadas y atendidas, fomentando la confianza pública y la rendición de cuentas.
Yvonne Magawa: Regular para la integridad significa no solo decir a los proveedores qué hacer, sino también asegurarse de que estén capacitados y motivados para actuar de manera que se genere confianza. Esto requiere un compromiso con la participación de los usuarios, proporcionando canales para su involucramiento y retroalimentación.
Regular con integridad, por otro lado, se enfoca en el funcionamiento interno de los organismos reguladores, asegurando que cumplan los mismos estándares de transparencia y responsabilidad que promueven.
“Los reguladores son la base sobre la cual se construye la confianza en el sector”
-Yvonne Magawa (ESAWAS)
José Kobashikawa: La transparencia en los procesos de toma de decisiones y la rendición de cuentas hacia las partes interesadas son esenciales. Crear una cultura regulatoria centrada en la integridad no solo mejora la confianza, sino que asegura que las decisiones se tomen en base al interés público.
Diego Polanía: Los reguladores deben dar el ejemplo manteniendo internamente los más altos estándares, reforzando así su credibilidad al promover la integridad en los sectores de agua y saneamiento.
“Si nosotros, como reguladores, no damos el ejemplo con respecto a la integridad, socavamos nuestra autoridad y los estándares que buscamos defender”
–Diego Polanía (CRA)
Chola Mbilima: Es importante que los marcos regulatorios no solo respondan a las necesidades actuales, sino que sean adaptables a los desafíos futuros. A medida que aumentan las demandas de agua y saneamiento, también deben crecer los sistemas que aseguren una prestación equitativa y ética de estos servicios. Los reguladores tienen la responsabilidad de anticiparse a los cambios en el sector, desarrollando marcos de integridad flexibles que sigan manteniendo los estándares éticos incluso cuando el sector evoluciona.
---
Ejemplos de regulación para la integridad – Kenia, Perú y Colombia
Robert Gakubia: En Kenia, el Consejo Regulador de los Servicios de Agua (WASREB) ha establecido sistemas de monitoreo de desempeño para responsabilizar a los proveedores de servicios. Indicadores claros de desempeño y requisitos de informes públicos han mejorado la transparencia, permitiendo tanto al público como a los organismos reguladores supervisar la calidad del servicio y el uso de los recursos. Estos marcos alinean los incentivos de los proveedores con los intereses públicos, demostrando que las medidas de integridad no solo tratan de cumplimiento, sino también de generar valor para las comunidades.
José Kobashikawa: En Perú, el regulador nacional de saneamiento (SUNASS) aborda la asequibilidad y accesibilidad del agua mediante la participación comunitaria y estrictas medidas anticorrupción. Involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones ha sido clave para el éxito de SUNASS. Al integrar consultas públicas y promover la transparencia en el intercambio de datos, SUNASS ha podido adaptar los servicios de manera más efectiva para satisfacer las necesidades de las personas mientras refuerza la confianza.
“Escuchamos activamente a las comunidades, lo que ayuda a identificar y abordar los riesgos de integridad desde una etapa temprana. Una participación significativa fomenta la apropiación pública y reduce los riesgos de corrupción”
–José Kobashikawa
Diego Polanía: La Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico de Colombia (CRA) ha incorporado auditorías financieras y operativas. Estas auditorías están diseñadas para detectar malos manejos y construir un marco para la mejora continua. Sin embargo, las auditorías no solo garantizan el cumplimiento de la ley, sino que también identifican áreas de mejora para fortalecer la gestión.
---
Desafíos para una regulación centrada en la integridad y cómo abordarlos
Chola Mbilima: Uno de nuestros principales desafíos son los recursos limitados de los organismos reguladores. Muchos reguladores operan con presupuestos ajustados y escasez de personal, lo que dificulta mantener una supervisión rigurosa. Esto puede obstaculizar la implementación y aplicación de medidas de integridad, especialmente en regiones donde la demanda de servicios de agua y saneamiento está aumentando rápidamente. Las asociaciones con organizaciones locales e internacionales pueden aliviar algunas de estas limitaciones mediante apoyo técnico y experiencia, pero los desafíos persisten.
Yvonne Magawa: Otro desafío importante es la resistencia al cambio entre los proveedores de servicios y, en algunos casos, dentro de las propias organizaciones reguladoras. Integrar medidas de rendición de cuentas y transparencia requiere un cambio en las prácticas y la cultura, lo cual puede enfrentarse con reticencia o incluso oposición.
Sin embargo, aquí existe una oportunidad para la educación y la capacitación, por ejemplo, ofreciendo sesiones de formación sobre integridad y ética. Esto puede fomentar un sentido de apropiación y responsabilidad entre los proveedores de servicios. Desarrollar estas habilidades ayuda a crear una cultura en la que todas las partes estén comprometidas con mantener la integridad.
Robert Gakubia: Es difícil combatir la corrupción, particularmente en regiones con un historial de problemas de gobernanza. Aunque este desafío puede parecer abrumador, también presenta una oportunidad crítica para iniciativas de transparencia y participación comunitaria. Estableciendo mecanismos que permitan a los usuarios informar problemas y acceder a información, los reguladores pueden crear un entorno donde la corrupción sea más fácilmente detectada y abordada.
Los usuarios son un aliado invaluable en el mantenimiento de la rendición de cuentas, y los canales accesibles de denuncia empoderan a las personas para tomar un papel activo en asegurar la integridad.
Diego Polanía: Muchos reguladores han implementado procesos internos adecuados que fortalecen la transparencia y previenen malas prácticas. El desafío es que estos procesos no son visibles para la gente. Los reguladores pueden hacer más para que la información sea fácilmente accesible, creando plataformas y espacios que muestren lo que están haciendo y generen confianza (por ejemplo, sitios web actualizados, informes periódicos, consultas públicas, etc.).
Comments