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Grandes Ciudades y Escasez de Agua: Cuestiones de Rendición de Cuentas (Charla de Integridad 11)

En todo el mundo, los habitantes de grandes ciudades enfrentan numerosas alertas sobre posibles "días cero" en el suministro de agua. Estas alertas suelen ir acompañadas de restricciones en el consumo, como cortes de agua, y de preocupaciones sobre la calidad del agua.


Si bien el cambio climático y las sequías históricas se citan con frecuencia como causas, la mala gestión y la falta de preparación son también factores significativos, aunque menos discutidos.


Aún menos atención se presta a los temas de integridad y corrupción, que están en el centro de la crisis de escasez de agua en las ciudades. Surgen preguntas clave: ¿Cómo se gestionan los recursos y los fondos para prevenir o abordar la escasez de agua? ¿Quién se lleva el peso de los impactos? ¿Quién controla los datos que guían las decisiones? ¿Se asignan los recursos de manera justa, y cómo se establecen las prioridades? ¿Quién toma estas decisiones y bajo qué proceso?


La Charla de Integridad 11 de WIN exploró la intersección entre la rendición de cuentas y la escasez de agua urbana en América Latina.


grifo de agua goteando junto a una carretera, delante de un coche amarillo borroso

Con la participación de:

  • Emilie Dupuits (Universidad San Francisco de Quito)

  • Fermín Reygadas Robles Gil (Cántaro Azul)

  • Cody Copeland (Periodista Ambiental, Fort Worth Star-Telegram)

  • Gonzalo Meschengieser (Cámara Argentina del Agua)

  • Tamara Luengo (Aqueducto)

Moderador: Jorge Alberto Arriaga Medina, Coordinador Ejecutivo, CERSHI


Este resumen destaca los puntos clave de la Charla de Integridad 11, organizado por la Red de Integridad de Agua (WIN, por sus siglas en inglés) y el Centro Regional de Seguridad Hídrica de la UNESCO (CERSHI), realizado en línea el 26 de junio de 2024.





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Puntos Clave

  • Los esfuerzos colaborativos son esenciales:

    Abordar la escasez de agua en áreas urbanas requiere la colaboración entre gobiernos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil. Es vital contar con políticas claras y financiamiento adecuado para apoyar estos esfuerzos.

  • La transparencia y la rendición de cuentas construyen confianza: Las prácticas transparentes de gestión del agua (que permiten el monitoreo) y los mecanismos sólidos de rendición de cuentas (para garantizar responsabilidades claras y que estas se cumplan) son fundamentales para construir la confianza pública y garantizar el uso eficiente de los recursos.

  • La tecnología y la innovación impulsan el progreso: Los avances en tecnología, como los sistemas de monitoreo sofisticados y el análisis de datos, ofrecen oportunidades significativas para mejorar la gestión del agua. La inversión en investigación y desarrollo debe ser una prioridad.

  • La participación comunitaria garantiza la eficacia: Involucrar a las comunidades locales y pueblos originarios en la gestión del agua asegura que las iniciativas respondan a las necesidades reales y fomenten un sentido de pertenencia y responsabilidad.


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Abordando la Escasez de Agua a Través de la Colaboración


Jorge Arriaga: La colaboración es clave para abordar la escasez hídrica en ciudades, y requiere la participación activa de gobiernos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil.

Los gobiernos deben crear marcos que fomenten la colaboración, con políticas claras y financiamiento para proyectos conjuntos. Las instituciones académicas pueden aportar investigación y soluciones innovadoras, mientras que las organizaciones de la sociedad civil juegan un papel crítico en abogar por prácticas sostenibles, destacar áreas de necesidad y responsabilizar a las autoridades.


Emilie Dupuits: La colaboración no solo fomenta la innovación, sino que también permite el intercambio de mejores prácticas, lo cual es crucial para abordar los complejos problemas del agua.

Las soluciones basadas en la comunidad deben ser abordadas, al igual que las soluciones basadas en la naturaleza, especialmente en regiones como Ecuador, donde las comunidades locales e indígenas juegan un papel crucial en la gestión del agua. Estas comunidades gestionan el agua según principios de reciprocidad, territorialidad y cultura, a menudo de manera voluntaria. Por ejemplo, se han encargado de conservar las fuentes de agua en los páramos, probocando una mayor disponibilidad de agua potable y para las actividades productivas.


Tamara Luengo: En la Ciudad de México, la escasez hídrica es más un resultado de la mala gestión que de la disponibilidad del recurso. Mejorar las prácticas de gestión podría aliviar significativamente la crisis del agua en la ciudad.


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El Papel de la Transparencia y la Rendición de Cuentas


Fermín Reygadas: La transparencia en la gestión del agua es esencial para construir confianza pública y garantizar el uso eficiente de los recursos. Los mecanismos de rendición de cuentas son necesarios para ayudar en la supervisión y evaluación de la efectividad de las políticas y acciones, lo que lleva a una mejora continua.

En México, a pesar de contar con buenas leyes nacionales sobre el agua, la aplicación es débil. Por ejemplo, se invierte muy poco en la inspección, sanción y monitoreo de la calidad del agua, lo que lleva a la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos. El agua se extrae cada vez más de fuentes profundas, donde hay más arsénico, lo que tiene graves repercusiones para la salud. Además, existe un enfoque en inversiones rápidas, como la construcción de grandes presas, en lugar de abordar las causas fundamentales como la sobreexplotación y la contaminación.


“Sin transparencia y rendición de cuentas para abordar la gestión del agua, el ciclo de prácticas ineficaces continuará.”

- Fermín Reygadas


Cody Copeland: Sin transparencia y rendición de cuentas, es difícil obtener el apoyo público y garantizar que las prácticas de gestión del agua sean justas y equitativas. Estos principios son fundamentales para una buena gobernanza y una gestión sostenible del agua.

En México, la polarización política debilita los esfuerzos para responsabilizar a las autoridades. Ese crea una falsa percepción de esperanza y desvía las críticas de quienes están en el poder, debilitando los esfuerzos para responsabilizarlos. Por ejemplo, en la Ciudad de México, existe una nueva regulación ambiental (Ley Batres), que ostensiblemente busca proteger las áreas ambientales, pero incluye cláusulas que permiten cambios en el uso del suelo en zonas de conservación.

En este sentido, los periodistas son esenciales para llevar los datos al público, permitiendo que los ciudadanos responsabilicen a los funcionarios gubernamentales por sus acciones. En un clima político polarizado, el papel de los medios independientes se vuelve aún más crítico, ya que puede desmantelar la retórica y proporcionar información factual al público.


"No se trata solo de tener leyes y regulaciones; se trata de asegurar que estas leyes sean transparentes y que existan mecanismos claros de rendición de cuentas para hacerlas cumplir. Cuando los ciudadanos pueden ver y entender cómo se toman las decisiones y tienen el poder de responsabilizar a los funcionarios, se logra una mejor gobernanza y prácticas más sostenibles de gestión del agua."

- Cody Copeland


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Usar la Tecnología y la Innovación


Tamara Luengo: La tecnología ofrece numerosas oportunidades para mejorar la gestión hídrica, desde sistemas avanzados de monitoreo hasta análisis de datos que nos ayudan a entender los patrones de uso, detectar fugas y optimizar la asignación de recursos.


Gonzalo Meschengieser: América Latina enfrenta importantes desafíos de desigualdad y urbanización, incluidos los problemas de provisión de agua a grandes cantidades de personas en asentamientos informales. La escasez hídrica es más a menudo una crisis de gestión en lugar de disponibilidad real de agua. Invertir en investigación y desarrollar nuevas tecnologías es esencial para crear sistemas de gestión del agua eficientes y sostenibles. La innovación impulsa el progreso y puede reducir significativamente los impactos de la escasez de agua.


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La Importancia de la Participación Comunitaria


Emilie Dupuits: La participación comunitaria garantiza que las iniciativas de gestión del agua aborden las necesidades reales de las personas. La participación activa de las comunidades en los procesos de toma de decisiones fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad, lo que conduce a resultados más exitosos y sostenibles.

Aquí hay un ejemplo que ilustra la complejidad de las dinámicas en juego. Existe un desafío significativo en garantizar la seguridad hídrica en áreas urbanas a expensas de las comunidades rurales, lo que a menudo compromete la seguridad hídrica de las comunidades rurales e indígenas, que han protegido históricamente los ecosistemas vitales en las áreas de captación.


“Es necesario asegurar la justicia en la seguridad hídrica y la importancia de reconocer y valorar los esfuerzos de conservación de las comunidades rurales e indígenas para mantener un enfoque equilibrado y equitativo.”

- Emilie Dupuits


Fermín Reygadas: La participación comunitaria ayuda a crear conciencia sobre los problemas del agua y fomenta el uso responsable de la misma. Cuando las personas entienden los desafíos y participan en la gestión del agua, es más probable que apoyen y contribuyan a las soluciones.


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Integrando la Gestión del Agua con la Planificación Urbana


Jorge Arriaga: Integrar las políticas de gestión del agua con estrategias más amplias de planificación y desarrollo urbano asegura que las consideraciones sobre el agua estén incluidas en todos los aspectos del crecimiento de la ciudad. Este enfoque holístico es necesario para crear entornos urbanos resilientes y sostenibles.


Tamara Luengo: Los responsables de formular políticas deben coordinar la planificación de los recursos hídricos con la planificación urbana para evitar conflictos y garantizar un uso sostenible del agua. Los esfuerzos coordinados entre los diferentes sectores y departamentos son cruciales para crear estrategias cohesivas que aborden tanto las necesidades de gestión del agua como las de desarrollo urbano. Sin dicha integración, las políticas de agua pueden no respaldar los objetivos más amplios de la planificación urbana, lo que lleva a ineficiencias y oportunidades perdidas para un crecimiento sostenible.



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