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Además de sistemas de bombeo y tuberías, necesitamos financiar otro tipo de infraestructuras

Centrarse en las infraestructuras cívicas y de integridad para obtener más y mejor financiación en los sectores del agua y el saneamiento


Por Claire Grandadam y Kelly Acuña, Water Integrity Network





Las Reuniones de Primavera están concluyendo; los ministros de Finanzas de América Latina y el Caribe se reúnen hoy en Washington DC convocados por SWA para compartir buenas prácticas y crear asociaciones para la financiación del sector del agua y el saneamiento. Se trata de una gran oportunidad para replantear la financiación del sector.


"El momento de dar prioridad al agua y al saneamiento es ahora", afirma Catarina de Albuquerque. El momento de priorizar las necesidades de los pobres o de los que se han quedado atrás, y de dar prioridad a las inversiones en sistemas para la sostenibilidad financiera a largo plazo también es ahora. La infraestructura cívica y de integridad es una parte crucial de este sistema y en América Latina y el Caribe, necesita atención urgente.


 

Acción, Ambición, Rendición de Cuentas - el llamado de la sociedad civil


Junto con los líderes de la sociedad civil de América Latina y el Caribe, hacemos un llamado a la Acción, la Ambición y la Rendición de cuentas a la hora de definir la estrategia de financiación nacional y los compromisos para el sector del agua y el saneamiento.


Porque somos quienes somos, también pedimos una llamada adicional, la de Anticorrupción. Para garantizar que los fondos no se malgastan en corrupción, necesitamos salvaguardias sólidas, por ejemplo, para limitar los conflictos de intereses y proteger a los denunciantes. Tenemos que prestar servicios esenciales; la corrupción es demasiado costosa y nos está frenando.


Como subraya el grupo de la sociedad civil de la SWA, hay esencialmente dos vías para avanzar en la financiación del sector:


  1. Dentro de toda la financiación, existente y nueva, debe prestarse una atención especial a la provisión para las poblaciones vulnerables. El cumplimiento de nuestras obligaciones y responsabilidades en materia de derechos humanos es un elemento crucial de la integridad.

  2. Debemos mejorar la eficiencia y la integridad del sector para liberar fondos perdidos por la corrupción y la mala gestión, reasignar los recursos disponibles de forma más equitativa (también hacia tecnologías y sistemas de prestación que beneficien a los residentes con bajos ingresos) y abrir vías para nuevas financiaciones.


Para que esta segunda vía funcione, necesitamos mejores datos e información sobre los retos de la financiación y, en particular, sobre la gestión de las finanzas públicas. Afortunadamente, podemos aprender y colaborar con nuestros socios en materia de gobierno abierto, lucha contra la corrupción, finanzas públicas e integridad en América Latina, el Caribe y otros lugares.


 

Fortalecimiento de la acción multilateral en favor de una transparencia que funcione para los sectores del agua y el saneamiento


Actualmente estamos dando los últimos retoques al próximo informe Water Integrity Global Outlook, que se centra en la integridad de la financiación del agua y el saneamiento. Un mensaje clave que emerge es que, mediante la creación de alianzas con instituciones y organizaciones anticorrupción, de integridad y de finanzas públicas, los actores del sector del agua pueden dar un impulso a los sistemas financieros del sector. La investigación aún está en curso, pero ya podemos ver que, en América Latina y el Caribe, existen importantes oportunidades. Es hora de hacer nuevos amigos.


De los datos...

América Latina se distingue por ser pionera en presupuestos participativos y actor clave en gobierno abierto. Hay impulsores en la región, un buen número de compromisos nacionales y locales de gobierno abierto para la transparencia fiscal (como los realizados a través de la Open Government Partnership) e iniciativas de contratación pública abierta que están marcando la diferencia para las infraestructuras y otros sectores. En general, el nivel de datos públicos disponibles es relativamente alto. 


Es cierto, todavía hay margen para mejorar y estas grandes tendencias ocultan las variaciones en toda la región. El Barómetro Global de Datos de 2022 también señala una evolución limitada en la disponibilidad o apertura de datos en los últimos años. Pero existe una base nada desdeñable de buenas prácticas, datos y socios comprometidos con los que trabajar para comprender los retos de la gestión financiera en toda la región.


...a la información

El panorama se ensombrece un poco más cuando se examina en detalle cómo funciona esto a nivel sectorial y en los distintos procesos de gestión de las finanzas públicas. Sin embargo, también en este caso hay socios que tienen una visión importante:


  • Necesitamos mejor información sobre los procesos de planificación de infraestructuras en agua y saneamiento (pero estamos trabajando en ello con CoST).

  • Necesitamos mejor información sobre la deuda (Transparencia Internacional está trabajando en ello, con un listado de control para empoderar a la sociedad civil y a los agentes de la rendición de cuentas para que exijan transparencia y fomenten la supervisión de la deuda pública, algo a lo que habrá que estar atentos).

  • También necesitamos más información sobre el gasto real. Las entidades fiscalizadoras superiores, con el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil, pueden ayudar en este sentido y aportar información valiosa sobre las oportunidades de mejora y eficiencia (como demuestra Controla Tu Gobierno con su análisis de los informes sobre el tratamiento de aguas residuales). Pero la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores – OLACEFS- lamentablemente sólo dispone de informes sobre el agua de unos pocos países, y ninguno anterior al 2022.

  • La información presupuestaria también podría ser más completa, como destaca la Encuesta de Presupuesto Abierto de 2021 del International Budget Partnership. Cabe destacar que la mayor debilidad que señala esta encuesta en relación con la información presupuestaria es la participación pública.


 

La necesidad de apoyar la participación, la rendición de cuentas y la integridad


Esta debilidad en la participación, y la dificultad de utilizar los datos eficazmente como información para adaptar las estrategias sectoriales, es donde reside el gran reto.

Los presupuestos participativos pueden ser muy locales y bastante comunes, pero en toda la región y en todo el proceso presupuestario, la participación pública sigue siendo en realidad bastante baja. En una línea similar, el Barómetro Global de Datos pone de relieve la relativa debilidad de la región en cuanto a capacidad para gobernar los datos abiertos y utilizarlos con fines de impacto.



Por eso pedimos a los ministros de finanzas, a los financiadores y a los demás responsables de la toma de decisiones que se reúnen hoy en Washington que se centren en otra inversión que se necesita urgentemente: una inversión en la infraestructura cívica y de integridad de la región.


Esta infraestructura son los procesos participativos y las personas, las organizaciones, los medios de comunicación, las instituciones de cumplimiento y supervisión que hacen un seguimiento del dinero, utilizan y analizan los datos, exigen a los responsables de la toma de decisiones rendición de cuentas y pueden reforzar todos los procesos de planificación, para garantizar que el dinero se asigna donde se necesita y se gasta como está previsto. Invertir en infraestructuras cívicas es también reconocer y financiar a las organizaciones comunitarias por el trabajo que realizan para llegar a las poblaciones vulnerables. Es una inversión necesaria que se amortiza sola.

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